Cristina es modelo y se nota. Su clase y elegancia no pasó desapercibida ante mi objetivo. Meses antes planeamos todo al milímetro para que las horas previas a su boda quedaran inmortalizadas casi como una sesión de moda. El entorno, la luz, los detalles, todo medido para disfrutar cada segundo de su gran día. Fresas y Cava para calmar los nervios y adornar lo que ya era precioso, ELLA.

En esta ocasión también aproveché para hacer mis pinitos en maquillaje, ya que mis 9 años en el mundo de la moda han dado para mucho. El espacio de las fotos es mi casa/estudio, por si os apetece cambiaros aquí el día de vuestra boda.